lunes, 23 de abril de 2012

Tapa revista

No olvidar...


CARAJO!!!!!!

El 16 de abril es el Día Mundial Contra la Esclavitud Infantil JUSTICIA PARA EZEQUIEL FERREYRA! Tendría que estar corriendo, jugando, riendo. Soñando por la noche y despertándose alegre por la mañana. Tendría amigos y tal vez jugaría a la pelota. Aprendería palabras y números en la escuela. Desearía, seguramente regalos para el día del niño y esperaría a los Reyes Magos. Tendría un paraíso no perdido, siempre hallado en el reino de una infancia sin sombras. Todo esto y mucho más sucedería si él no hubiese sido víctima de la más profunda crueldad de un sistema opresor que asesina niños y niñas en los campos del horror.

Ezequiel fue asesinado por quienes miraron para otro lado, aún siendo advertidos, como todxs sabemos, que la infancia es el territorio de la ternura.

Por él, y por todxs los que aún sufren la vulneración de sus derechos, hoy no es un día feliz.

Fuente: La Alameda

Un espía en los organismos de Derechos Humanos.

Por Diego Rojas

Un fantasma recorre los ámbitos de la militancia, especialmente la militancia de la izquierda: es el fantasma del “infiltrado”. Del servicio. Del espía. Los más despreocupados señalan que tal figura correspondería a una especie de mito urbano. Otros que sería un anacronismo. Los más cuidadosos dicen que son como las brujas: no existen, pero que los hay, los hay. Por eso esos ámbitos suelen conmoverse si se comprueba que un topo logró confundirse en sus filas. Algo así ocurre ahora mismo en el mundo de las organizaciones de derechos humanos. Un militante de la Liga Argentina por los Derechos del Hombre, una de las instituciones más tradicionales del país en estos temas, había fungido como agente civil del Batallón 601 durante la última dictadura militar.

Así aparece en la “Nómina del personal civil de inteligencia que revistó en el periodo 1976/1983, según consta en los archivos públicos de la secretaría de Derechos Humanos de la Nación: “Amarilla Bonifacio Alberto 8.228.739. El orden del listado lo ubica en el renglón 213.

“Lo conocí a través de su participación en el Encuentro por la Verdad, la Memoria y la Justicia, que él integraba en representación de la Liga -recuerda Carlos Lordkipanidse, conocido como “El Sueco”, de la Asociación de Ex Detenidos Desaparecidos-. Amarilla participaba en reuniones de elaboración de documentos y llegó a ser el responsable de finanzas del Encuentro: era el que recaudaba el dinero de todas las organizaciones, quien hacía imprimir los afiches, las banderas. Su rol le permitía acceso y contaco con militantes de todos lados, les pedía el celular para comunicarse con ellos, presenciaba nuestras reuniones y estaba al tanto de las posiciones que se sustentaba en ellas”.

Así lo documentan los mails que solía enviar, detallando la actividad del Encuentro, la fallecida militante Adriana Calvo: “Se designaron los responsables de conformar las Comisiones de Organización (Carlos Lordkipanidse, AEDD), Finanzas (Alberto Amarilla, Liga), Documento (Diana Kordon, Liberpueblo) y Prensa (Margarita Cruz, AEDD). Como siempre, se invita a participar en las Comisiones a los representantes de todas las organizaciones que lo deseen”, dice uno de ellos. Otro aporta más sobre su rol como recaudador: “Informaron las Comisiones de Finanzas, de Organización y de Documento. Finanzas: Recordó la decisión de que todas las organizaciones contribuyan con $100 salvo aquellas muy pequeñas que pidan una excepción a la Comisión para aportar $50. Aportes: en la próxima reunión o en la Liga, Corrientes 1785, 2º C, Alberto Amarilla, de 16 a 18 hs”. Ambos mails corresponden a la organización de la marcha del 24 de marzo, aniversario del inicio de la última dictadura, en 2004.

“Accedió a mucha información y participaba de las marchas ocupando alguna función en seguridad y organización -sigue recordando Lordkipanidse–. También tenía un programa en FM Parque Patricios, una vez me invitó a hablar ahí”.

–¿Qué lo llevó a verificar si Amarilla figuraba en el listado de los servicios del Batallón 601?

–(Reflexiona) Quizás una fibra paranoica. (Ríe) A mí particularmente me parecía que tenía un aspecto extraño. Por un lado, eso muestra mi paranoia. Pero por otro, era un ñato con una cara de sargento que se caía. Ahora, hay gente con cara de sargento que no tiene nada que ver con los militares, ¿no? En este caso, verifiqué que su nombre se encuentra en los listados de agentes del Batallón 601.

Los registros oficiales señalan que Amarilla vive en el barrio de Lugano, en su calle principal, Soldado de la Frontera. Este cronista se dirigió a ese domicilio. Al comenzar el otoño, la noche de los monobloques de Lugano se vuelve más vacía, solitaria. Luego de tocar varias veces el timbre del departamento que figura a nombre de Amarilla y de que no hubiera respuesta, este cronista decidió retirarse, no sin antes preguntar por el supuesto servicio de inteligencia a una vecina que ingresaba al edificio, sin resultados positivos.

–¿Pudo transmitir este descubrimiento a los organismos de derechos humanos?

–La gente de la Liga está enterada a partir de una conversación que tuve con ellos –explica Lordkipanidse–. Hace alrededor de un año les comuniqué el hallazgo. Correspondía que hicieran una denuncia pública sobre esa situación: fue un militante suyo que tuvo contacto con miembros de muchas otras organizaciones. Me decían que hacía mucho que no lo veían y que no figuraba por ningún lado. Lo cierto es que Amarilla nunca dijo que había trabajado para el Batallón 601 y que luego se había dado vuelta, nunca hizo una autocrítica y ocultó su pasado como agente civil. Entonces amerita que se haga pública su situación. Son un organismo de derechos humanos y son las víctimas de un probable caso de infiltración. Pero hay responsabilidades políticas. La de aquellos que fueron conminados a decir que pasaban estas cosas y no lo hicieron. Hay un ocultamiento de esta cuestión y no sé por qué razón.

Graciela Rozenblum es una de las profesionales que milita en la Liga Argentina por los Derechos del Hombre, ligada al Partido Comunista.

–Esa persona estuvo vinculada a la Liga hace muchos años, se desvinculó allá por 2006 –dijo la abogada a plazademayo.com–. No tenemos más información de esta persona posterior a ese momento.

–¿Cuál era su rol en la Liga?

–Él era obrero de la construcción, hacía arreglos en casas, pintura fundamentalmente, y colaboró en el área de prensa de la Liga, tuvo un programa de radio. Participó de la organización de los actos del 24 de marzo representando a nuestra institución hasta fines de 2006. Después perdimos todo contacto con él.

–Sabiendo que esta persona fue agente del Batallón 601, en retrospectiva, ¿cómo evalúa su comportamiento en aquella época?

–A ver. ¿Para qué querés esta información? Yo no estoy dispuesta a que se publique lo que estoy diciendo.

–No entiendo. Como dije al presentarme, soy periodista y esta información será publicada en una nota en plazademayo.com.

–Nosotros estamos evaluando qué vamos a hacer con ese tema. Pero no hacemos declaraciones públicas sobre esta persona.

–Bien, hasta este momento las estuvo haciendo, le dije que era paraplazademayo.com.

–No me dijiste que era para publicar, eso es mala fe. Me preguntaste hasta cuándo estuvo vinculado y te contesté. Hasta ahí, está todo bien. Lo demás es resolución de la organización. Evaluaciones y todo lo demás. No te voy a dar mi opinión personal.

–Este es un tema que excede a lo personal.

–La Liga se enteró en un momento y lo que hagamos con este tema es un asunto institucional.

–Es un problema social ya que esta persona no sólo ha tenido un trabajo, probablemente, de infiltración en la Liga, sino que ha tenido contacto con militantes de otros espacios.

–Mirá, las personas que están en esa lista, algunas de las que han sido denunciadas por mí, como Gerardo Martínez, hay que chequear un montón de información. Mi palabra es que esa persona se desempeñó en nuestra organización hasta 2006, más que eso no te voy a decir. Yo sé que estás trabajando, pero yo tengo que preservar a mi organización.

–Por eso, ustedes hace muchos meses conocen esta situación.

–El que te informó, no sé por qué te lo informó. Esa persona en vez de hablar contigo, debería haber hablado con nosotros.

–Por eso mismo, ustedes fueron informados varios meses atrás sobre esta situación.

–Mirá, nosotros somos muy cordiales con el gremio de los periodistas. Terminemos esta conversación acá, no quiero enojarme ni quiero que te enojes. La información oficial es que esta persona colaboró con la Liga hasta 2006. ¿Qué vamos a hacer con esta denuncia? Lo estamos discutiendo.

–Muy bien, muchas gracias.

–Hasta luego.

La reacción de la miembro de la Liga suena extraña. “Nosotros, quienes integramos el Encuentro por la Memoria, Verdad y Justicia, siempre hemos compartido la idea de que cuando se descubren situaciones de esta naturaleza hay que hacerlas públicas –explica Diana Kordon, de la agrupación de DDHH Liberpueblo–. Es lo que sucedió cuando se descubrió que Raúl Tarifeño, miembro del MST de Neuquén, había sido agente civil del Batallón 601. Todos compartimos que hay que denunciar”.

La Liga por los Derechos del Hombre no integra más el Encuentro por la Memoria, Verdad y Justicia desde que el Partido Comunista, al que está ligada, adscribió al oficialismo kirchnerista. ¿Quizás denunciar el pasado de Alberto Amarilla como servicio también implicaría denunciar la inacción del gobierno sobre la investigación de cada uno de los hombres y mujeres mencionados en esa lista?

“El gobierno sólo entregó ese listado, no los legajos de cada miembro del Batallón 601 que están en su poder –señala Claudia Ferrero, abogada de la Asociación de Profesionales en Lucha–. El juez Ariel Lijo cajoneó la investigación sobre esos listados. Muchos de los nombrados en esos listados siguen su actividad de espionaje sobre las organizaciones y militantes”.

El sábado se cumplen treinta y seis años desde que la dictadura militar más sangrienta de la historia argentina tomara el control del Estado. Desde allí erigió un aparato de inteligencia para vigilar los movimientos populares. El Batallón 601 y su red de agentes civiles fue uno de sus centros. Que perduran. Basta pensar en la acción de espionaje de la Gendarmería y el Proyecto X que fue revelado por su accionar de infiltración entre obreros combativos de Zona Norte hace un par de meses. Los servicios de inteligencia, incluso, exceden los controles que los gobiernos puedan tratar de imponer, ya que gozan de cierta autonomía en aquellos lugares del Estado donde operen. Por eso es necesaria una acción decidida para acabar con esos aparatos de vigilancia y control. Alberto Amarilla, de 65 años, había formado parte de los grupos de apoyo de inteligencia civil a la dictadura. En años cercanos, había organizado junto a organismos de derechos humanos las movilizaciones en repudio a la dictadura de la que él había formado parte. En su departamento en Lugano nadie responde. Muchos se preguntan dónde está Amarilla hoy.

Fuente: plazademayo.com, blog editado por Gabriel Levinas.

Polémica en el Espacio para la memoria y cultura Luciano Arruga


¨Hoy estamos afuera, cierran y no tenemos la llave¨


Por Nicolás Spalek

En el festival organizado por amigos y familiares de Luciano Arruga en la víspera de un nuevo aniversario del 24 de marzo, Vanesa Orieta denunció al municipio local por haberlos echado del Espacio para la memoria dedicado al joven.

“Nosotros hoy estamos afuera, cierran y no tenemos la llave” acusó Orieta. Aseguró que desde el municipio cambiaron la cerradura de la casa y agregó que las intenciones oficiales para con el inmueble no coinciden con las de la familia que son resguardar el otrora subdestacamento policial como un lugar para la memoria de Arruga.
“Nadie se ha acercado a decirnos cual va a ser nuestra participación del lugar que nos hemos ganado” reclama Orieta. A pesar de considerar que se “han ganado” de alguna manera la casa ubicada en Indart 106, la hermana del joven asesinado no siente que les pertenezca.

Según amigos de la familia el cambio de cerradura se produjo luego del festival que tuvo lugar en el Espacio para la memoria durante enero. Desde ese momento los vinculados con el joven de 16 años se pudieron juntar en el patio exterior del inmueble.

Esta misma fuente le reveló a NCO que el Secretario de Derechos Humanos, Miguel Rocha, le habría dicho el miércoles 21 a la familia que no le iban a dar la llave nueva ya que la entrega anterior fue “simbólica” para “que hagan un duelo”. El mismo Rocha habría visto con mal ojo esas reuniones de los amigos de Arruga al considerarlas como “reuniones partidarias” según esta fuente vinculada con la familia. Este diario intentó comunicarse hasta última hora del viernes con el responsable de la Secretaría de Derechos Humanos local, pero no ha podido contestar debido a que estaba en otras reuniones.

“Vamos a pelear porque este lugar sea respetado, queremos seguir protegiendo los derechos de los más vulnerables y haciendo de esto un espacio de contención donde se respeten los derechos humanos, no algo social y deportivo” adelantó Orieta ante los medios presentes.

Los familiares de Arruga quieren que el Espacio para la memoria y cultura –inaugurado a fines de 2011 por decisión del Intendente Fernando Espinoza luego que se haya demostrado que allí fue asesinado el joven- se dedique a “trabajar las problemáticas en los barrios respecto de los derechos humanos, brindar contención y acompañamiento a familias vulneradas en sus derechos y convertirse en un referente en la lucha de los derechos humanos”.

Otro reclamo que viene tomando fuerza es el pedido de cambio de carátula. Actualmente la causa llevada adelante por la fiscal Celia Cejas esta bajo la categoría de “Averiguación de paradero”, mientras que la familia pide el cambio a “Desaparición forzada”. Al respecto, Orieta cree que “la Justicia debería replantearse la metodología que esta usando. “Falta profundizar la cuestión jurídica” coincidió Juan Carlos Lloza, miembro de la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos de La Matanza.

En el acto, además de varios actores vinculados con la lucha de los derechos humanos, estuvo presente también Adolfo Pérez Esquivel. El Premio Nóbel de la paz –que además apoya el cambio de carátula de la causa- consideró que “tenemos que hacer memoria y transmitirla para que esto no vuelva a pasar. La memoria tiene que ayudar a iluminar el presente”.

Durante sus palabras en el escenario se refirió al subdestacamente: “Este debe ser un lugar para la memoria, no para cualquier cosa. La memoria de Luciano arruga debe tener un lugar de participación”. “Los problemas no terminaron, tenemos que estar atentos todos los días” advirtió Esquivel.

Antes que comience el acto, cientos de jóvenes de escuelas secundarias de la zona pudieron pasar por el Espacio para la memoria, que tiene habilitado para la visita solamente el primer ambiente ya que el resto aún esta clausurado por investigación. A esos mismos estudiantes les habló directamente Orieta cuando pronunció su breve discurso donde no olvidó recordar detalles de vida de Luciano.

“Ustedes son el futuro, las personas a las que queremos llegar. Es importante que estén porque tienen que saber que existe esta problemática. Si tienen el poder de la educación, sus derechos no van a ser vulnerados” explicó.

Siguiendo a esto, se fundió en un abrazo con Nora Cortiñas, miembro de la Línea Fundadora de Madres de Plaza de Mayo.

Fuente: NCO

El Bachi a pleno.


Desde el 12 de Marzo existe una posibilidad más para que nuestros jóvenes puedan terminar su escuela secundaria. Esta en marcha el bachillerato popular El Coihue, con el esfuerzo, el entusiasmo y el compromiso de los compañeros y compañeras docentes equipos técnicos y sobre todo la predisposición de Gisela y Hernán que habilitaron el espacio para que funcionara. También es de destacar la cantidad de jóvenes que se inscribieron y que están asistiendo con todas las pilas de hacer esto que siempre decimos “construir un conocimiento colectivo y popular”.

El bachi funciona de lunes a viernes de 18 a 22 hs. y son tres años de cursada obteniendo el título de bachiller en derechos humanos/ sociales. Estamos dentro de la CEIP que es la cooperativa de educadores e investigadores populares, que son los que fundaron los bachilleratos populares junto a las fábricas recuperadas.

Vamos andando en el camino de la educación popular y como decía Paulo Freire: descubriendo el mundo que nos rodea para transformarlo y transformarnos

DERECHOS HUMANOS, AYER Y HOY

El Día de la Memoria, según los estudiantes

En la ESB 67 de González Catán se llevó a cabo la conmemoración del golpe militar de 1976. Se aborda la temática de manera comparativa entre la situación que se vivía 36 años atrás con los desaparecidos en democracia como Luciano Arruga.

“Fue algo de un impacto muy fuerte, porque la desaparición de Luciano Arruga no es algo que pasó hace 30 años sino en 2009, y se identifican con su vida porque son morochos, se visten de una determinada manera y son vistos como pibes chorros”, dijo a El1Digital Laura Elizalde, coordinadora del programa Jóvenes y Memoria.

La hermana de Luciano, Vanesa Orieta, visitó en una oportunidad la escuela y despertó la curiosidad de los adolescentes que no comprendían las razones de su desgracia. “Estaban muy impresionados con los relatos de Vanesa cuando les contaba sobre su hermano que solo tenía 17 años cuando se lo vio por última vez al ingresar al ex destacamento de Lomas del Mirador”, describió Elizalde.

En el establecimiento educativo se trabaja de manera permanente con la temática de los Derechos Humanos. En 2009, presentaron un mural con el caso de del doctor Jairo Herron que en 1977 fue secuestrado en su hogar de González Catán.

“En 2010 hicimos un periódico-mural, dentro del programa jóvenes y memoria, coordinado por la secretaría de educación de la Comisión Provincial por la Memoria para escuelas secundarias”, concluyó Elizalde.

SAN MARTÍN: IDENTIFICAN RESTOS DE CINCO DESAPARECIDOS

Mabel Maidana, el jueves, 19 de abril de 2012


Gracias a la lucha tenaz de las Madres!!!

Se trata de los cuerpos de Néstor Zuppa, Lidia del Carmen Soto, Patricia Dillon, José Tomanelli y Carlos Jorge Williams, secuestrados y asesinados durante la última dictadura cívico-militar. La mayoría eran estudiantes y fueron secuestrados en La Plata.

Los restos de cinco víctimas de la represión ilegal en la última dictadura militar fueron identificados por estudios genéticos luego de ser recuperados por el Equipo Argentino de Antropología Forense, enterrados como NN en cementerios municipales de San Martín, Boulogne, Escobar y Villegas.

Según informó la Cámara Federal, los restos fueron ya entregados a los familiares tras los resultados “concluyentes para efectuar las referidas investigaciones”en base a estudios antropológicos y de ADN, se informó oficialmente.

Zuppa, quien trabajaba como administrativo en la Universidad de La Plata, fue secuestrado el 24 de noviembre de 1976 a los 32 años, junto a su esposa Irene Scala, cuyos restos se identificaron en el 2011, en base a las tareas que coordina el camarista Horacio Cattani.

Soto, en tanto, era oriunda de Chubut y fue secuestrada el 9 de diciembre de 1976 en La Plata a los 20 años, cuando estudiaba ingeniería en esa ciudad bonaerense.

Tanto Zuppa como Soto fueron enterrados como NN en el cementerio municipal de General San Martín, luego de que sus cuerpos fueran encontrados en febrero de 1977 con heridas de bala en la localidad bonaerense de Ciudadela.

En cuanto a Patricia Dillon fue secuestrada el 7 de diciembre de 1976 en La Plata junto a su esposo Luis Ciancio, cuyos restos se identificaron en el 2009.

La víctima tenía 22 años, estudiaba Letras y era empleada en la sucursal Berisso del Banco Provincia. Su cadáver fue enterrado como NN junto a otros seis cuerpos encontrados en diciembre de 1976 en Salguero y Panamericana, localidad bonaerense de Boulogne, en cuyo cementerio municipal se encontraron los restos.

Por su parte, Tomanelli era oriundo de Venezuela y tenía 22 años al ser secuestrado en marzo de 1976 y su cuerpo se encontró el 2 de abril de ese año junto a otros tres cadáveres baleados y quemados en un paraje rural del Camino Río Luján, en un hecho por el que fue condenado a prisión perpetua Luis Patti, quien era policía bonaerense en la dictadura.

Tomanelli estuvo secuestrado y privado de su libertad en la comisaría de Escobar junto a los ya identificados Gastón Gonçálvez y Tilo Wenner.

Por último, se identificó a Carlos Williams, estudiante de arquitectura de 25 años secuestrado también en La Plata el 17 de diciembre de 1976 y encontrado muerto junto a otras 9 víctimas en La Matanza.

Eurobarometer: de cada 10 jóvenes españoles 7 intentan salir del país


IRIB – La intensificación de la crisis económica de España ha causado la fuga de cerebros y, con ello, la detención de los proyectos de investigación.

Según el informe del Instituto Europeo “Eurobarometer” dependiente de la Comisión Europa, de cada 10 jóvenes españoles 7 intentan salir del país.

La comunidad científica española expresó su preocupación por la salida de los investigadores de este país hacia otros países debido a la crisis económica y la reducción del presupuesto de investigación, según el periódico LeMonde.

La mayoría de los investigadores se ven obligados a emigrar a Alemania por la falta de presupuesto de investigación y la crisis que vive España.

El presupuesto de investigación de España entre 2009 y 2011 se redujo más de mil millones de euros y de 9,6 mil millones de euros llegó a 8,5 mil millones de euros.

El centro Príncipe Felipe en Valencia que es considerado una institución famosa de investigación, 108 personas, 79 científicos, de 258 del total de su personal han sido despedidos por lo que los proyectos de investigación de 14 tipos de enfermedades, como el cáncer, se han congelado.

En España, alrededor un millón de profesionales se encuentran desempleados.

Fuente : Contrainjerencia

Entrevista. Ricardo Molina. Sobreviviente


Daniel Cecchini y Alberto Elizalde Leal

“Soy El Francés, mirame bien”

Para fines de abril de 1977, Ricardo Victorino Molina –Pancho para sus compañeros y también para sus secuestradores– tenía pocas esperanzas sobre su futuro. Llevaba más de diez días tirado sobre una colchoneta, encadenado a la pared, encapuchado, con el cuerpo marcado por la tortura. Fue entonces cuando uno de los guardias de los “Carlitos”, pronunció una frase que le reveló dónde estaba. Todavía hoy la sigue escuchando en su memoria: “¿Saben donde están, terroristas, zurdos de mierda? Están en La Cacha, de la Bruja Cachavacha, que hace desaparecer personas”, gritó, y esa frase rebotó en las paredes y se metió entre los tabiques que separaban, uno por uno, a los diez o doce detenidos que había en la planta baja de la construcción. Con el tiempo, Molina llegaría a descubrir que también había un sótano y un primer piso, pero a él nunca lo llevaron allí.
Pancho tenía 28 años, integraba la Comisión Interna de Kaiser Aluminio y militaba en la JTP. Lo secuestraron la noche del 14 de abril de 1977, en las afueras de La Plata, en la casa de su hermano Babi (ex concejal peronista, que zafó de milagro porque no lo identificaron). “Escuchamos ruidos afuera y después un voz, por un altoparlante, diciendo que la casa estaba rodeada y que teníamos que salir. Por el altoparlante, también, preguntaron quién era Ricardo Molina. Cuando les dije que era yo, me corrieron a un costado, me hicieron poner de rodillas, me ataron las manos atrás con mi cinturón, me encapucharon con mi pulóver y me subieron a un Torino blanco, de cuatro puertas, en la parte de atrás”, le dice a Miradas al Sur, 35 años después. Del viaje recuerda los culatazos de Itaka, preguntas sobre volantes y armas y que, al llegar, un tipo grandote (luego sabrá que era el penitenciario Héctor Acuña, El Oso), lo levantó de los pelos y lo sacó del auto. De ahí, encapuchado, directamente a la parrilla. Quien lo interroga es el mismo que dirigió el operativo. Un tipo al que llaman El Francés y que –aunque Molina no lo sabe todavía– es uno de los tres que dirigen el centro clandestino de detención.
Los dos o tres primeros días fueron de torturas e interrogatorios fuertes y precisos. “El Francés sabía lo que me preguntaba. Tenía mucha información sobre mí. Incluso me dijo que había mandado a pedir mi legajo a la fábrica. Me preguntaba sobre la CGT de la resistencia, cómo se iba a organizar. También sobre mi vinculación con Montoneros. Sabían que la estructura sindical estaba desmantelada, tenían información fina sobre la situación”, precisa Molina. Después de eso no volverán a torturarlo, a excepción de algunos golpes ocasionales.
Una de esas ocasiones fue cuando lo sacaron encapuchado y lo metieron en el baúl de un auto, unos veinte días después de su detención. “Llegamos a un lugar y escuchó órdenes y gritos. Estaban haciendo un operativo. Al rato me sacan del baúl y me dicen que me van a sacar la capucha y que tengo que reconocer a un tipo, a un tal Coco. ‘No conozco a ningún Coco’, les digo. Y ahí se dan cuenta de que se equivocaron, que no era yo el que podía reconocerlo. ‘¡Boludo, éste no es! ¡La puta que te parió!’, le dijo uno a otro. Me cagaron a trompadas por su propia equivocación pero, eso sí, el tal Coco esa vez zafó”, dice y sonríe.
Todavía hoy Molina no sabe por qué, casi al final de su permanencia en La Cacha, lo llevaron a ver a su mujer, Liliana Galarza, de 22 años, a quien habían capturado, embarazada, en noviembre de 1976. Tal vez lo hicieron para quebrarlo, pero no lo sabe. “Te manda saludos la enana de jardín”, le dijo El Francés un día, “según como venga la mano te voy a llevar a verla un día”. Pancho se quedó helado, porque la creía muerta. “Unos días después, El Francés volvió y me dijo que me iba a llevar a conocer a su hija. Me subieron encapuchado al baúl de un auto y me llevaron a un lugar que después supe que era Cuatrerismo, en 55 entre 13 y 14. Me llevan a un sótano, me sacan la capucha y me encuentro frente a Liliana con el bebé en brazos. Fueron cinco minutos y a ella nunca más la volví a ver. A la vuelta El Francés me dijo: ‘¿Viste que no somos tan hijos de puta?’. Yo estaba impactadísimo”, cuenta. Liliana Galarza sigue desaparecida. La hija de Molina fue entregada a sus abuelos.
Pancho tampoco sabe por qué, después de eso, El Francés decidió destabicarse con él. Lo hizo llevar a su presencia, le hizo sacar la capucha y, cara a cara, le dijo: “Mirame bien, Pancho. Yo soy El Francés. Yo soy el que te detuvo. Y yo te llevé a ver a tu mujer, para que digas y veas que no somos tan hijos de puta. Pero te digo una cosa: es muy probable que zafes. Si zafás y nos cruzamos en la calle, tirá primero, porque yo te voy a tirar”.
Dos días después, Ricardo Molina fue entregado y “blanqueado” en la Comisaría Octava de La Plata y luego trasladado a la Unidad 9. Treinta y cinco años más tarde, en el juicio, volverá a estar cara a cara con El Francés.

Fuente: Miradas al Sur