
HABITAR NO ES SOLO TENER UNA CASA, SINO TAMBIÉN El sentido común suele predicar que la distancia más corta entre dos puntos es la línea recta. Pero nada dice del tiempo que lleva desandar el camino. Más bien, nuestra raíz hispana nos advierte sobre los contratiempos del tránsito. Lo mismo podríamos argumentar desde un notable conjunto de leyes. Por caso, tomaré el artículo 4 de la Declaración de los Derechos del Niño, Niña y Adolescente: “El niño tendrá derecho a disfrutar de alimentación, vivienda, recreo y servicios médicos adecuados”. De todos estos déficit, investigamos sobre el segundo: la vivienda. Un universo que reúne al 80% de los hogares de ingresos bajos y medio bajos de Argentina, donde la falta de servicios e infraestructura básica es una hecho cotidiano. Pensando en este Derecho, y a su concepto superador “hábitat”, La Lupa entrevistó a Raúl Fernández Wagner (51 años), arquitecto, docente del Instituto del Conurbano de la Universidad Nacional de General Sarmiento (UNGS), y Coordinador académico de la especialización en “Desarrollo Local en Regiones Urbanas” (UNGS).
Básicamente hacemos una definición más amplia: el acceso a la ciudad. Si no, el tema queda circunscrito a la vivienda, y en realidad, es el acceso al conjunto de los servicios urbanos. En Argentina, este derecho está en un punto crítico por motivos particulares y por un proceso mundial que en Argentina repercute profundamente: la “mercantilización de los bienes y servicios del habitar". - Este déficit, por falta de inversión en viviendas populares (tanto público como privada), ¿va de la mano del paradigma neoliberal? Claro, pero es un proceso complejo que se agrava en los 90. Tenes que los servicios púbicos se estacionan, pierden inversiones por la crisis de los 80 y se privatizan en los 90. Ahí es donde hablamos de remercantilización. El agua, por ejemplo no era un bien mercantilizado, era un bien público y partir de los 90 pasa a ser una mercancía. Hay tenemos un tema de colisión de derechos. La paradoja en Argentina es que hay una serie de crisis que estallan todos los días respecto de la penuria del habitar: gente que protesta por los alquileres imposibles, por falta de créditos, etc. - Menos los jóvenes, donde la informalidad y los bajos salarios son una constante... Es así. Un joven no puede siquiera pagar un alquiler, a no ser que comparte los gastos entre un colectivo de jóvenes. ¡Y hablamos de chicos con salario y con trabajo! - ¿Cuáles son esas limitaciones? El Estado está actuando como en la década del 50, y lamentablemente con la concepción que había en esa época, por que la verticalidad de los planes debilita todas las instancias intermedias de gestión.
Si. Cuando en el 2004 se deciden a poner en marcha un plan masivo de obras públicas, viviendas, carreteras, etc, el objetivo claro era la reactivación económica. Es así que el 25% del crecimiento del país es construcción. La primera etapa, el Federal I, son 120 mil viviendas. - ¿Se están construyendo al ritmo pautado en el programa? Si, se están construyendo. Pero, cuando comienzan las obras comienzan los problemas. El primero fue: ¿dónde se ponen las viviendas? Entonces desde el gobierno central dicen: que los municipios pongan la tierra fiscal. El problema es que no hay tierra fiscal. Porque en Argentina no se venía construyendo. - Según algunos datos, por el crecimiento vegetativo, en Argentina se necesitan 100 mil viviendas nuevas por año... Si. Por eso es impresionante el salto del gobierno actual. En estos momentos se están construyendo en ciudad y los 24 partidos del Conurbano bonaerense 45 mil viviendas públicas, frente a las 6 mil de la década pasada. Y ya está previsto el programa Federal II, que piensa construir 300 mil viviendas más en todo el país... - Si no es en terrenos fiscales, ¿dónde se construyen estas viviendas? Como te decía no hay tierras fiscales. ¡Con decirte que de las 35 mil viviendas sólo se han podido construir 75 en tierras fiscales de Hurlingham! Y la segunda idea que se le ocurrió a este equipo fue el subprograma de villas. Dijeron: urbanicemos las villas que ya tenemos las tierras. En este momento se están construyendo 9 mil viviendas en villas y se está interviniendo en 23 barrios del área urbana del GBA.
Estos problemas desnudaron que se está haciendo política pública sin política de suelos. Argentina no tiene una Ley Nacional para el Uso del Suelo. - ¿Cuál es, según este foro, la raíz del problema? Hay problemas al acceso de la viviendo por que el Estado no está interveniendo en los mercados. Hace política sin jugar el verdadero rol del Estado, que es básicamente proteger los derechos. Es aquí donde entraría esta construcción que es el Derecho a la Ciudad. Es una noción nueva que no existía, como sí lo esta el derecho al agua, a la vivienda... ¿De qué manera impacta en las distintas clases sociales este concepto? La pobreza aumenta notablemente lo movilidad residencial. Hoy estoy con mi hermano, mañana tengo una changa en otro lado, entonces alquilo una pieza. Voy, vengo, vuelvo, según donde estén los recursos. Entonces hay acceso a la vivienda. Todo el mundo vive en algún lado, excepto un segmento pequeño que vive en la exclusión total. Ahora, ¿en que condiciones accede? Ese es otro tema. Hay una clase alta que accede sin problemas, y una clase media que aguanta, por la casa de los padres, de los abuelos, alquila, etc. Pero para el resto de las clases populares, no queda otra que recurrir a los distintos nichos del mercado informal. Entonces hay tomas de casas, de tierras, alquiler de cuartos en las villas y en inquilinatos. Así, gran parte del acceso a la vivienda se da en forma irregular, y en algunos casos, de forma ilegal. Entonces no hay un sistema jurídico acorde a la realidad. Por eso se necesita la reforma urbana. - Me gustaría que me ampliaras sobre los distintos instrumentos que puede desarrollar el Estado en la defensa de este Derecho. En estos momentos, un instrumento esencial para democratizar el acceso al hábitat, es dirigir en forma inteligente la plusvalía que te genera la inversión pública. Cuidar que no se concentren favoreciendo al especulador y al que posee un capital concentrado. Gerenciar para redistribuir ese valor entre la gente. Después, es necesario regular el mercado de alquileres, porque sirve para regular el stock de viviendas construido. Argentina reguló este mercado desde el año 1921 al 85. Hoy esta des-regulado. - Por otra parte, si en vez de invertir tanto en vivienda nueva, se refaccionaran con provisión de servicios viviendas ya existentes, ¿no sería más barato? Si, ¿pero a que político le cierra cortar la cinta del revoque nuevo de una pared?. Tiene que entregar vivienda, y sobre todo en una lógica política como la Argentina. Ya hay un programa de este tipo que no se pudo implementar.
Por ejemplo en EEUU, Inglaterra, Canadá el impuesto inmobiliario es el 4 por mil y acá es el 1 por mil. Un aumento de este impuesto permitiría disponer fondos para redistribuir en vivienda. - ¿Y otro ejemplo más cercano? Un norte más cercano serían las leyes urbanas de Colombia y Brasil. La ley urbana de Colombia es la más progresista de América Latina, pero también es ejemplo de lo que cuesta ponerla en práctica que es otro problema. El otro ejemplo, Brasil, empezó a trabajar en la reforma del 89 un Foro por el hábitat, porque vieron la posibilidad de incluir algunas enmiendas en relación al hábitat y grupos sociales. Después de mucho trabajo logran colocar la enmienda de la función social de la vivienda en la Constitución nacional, que Argentina no tiene, pero hay antecedentes para pelear por esta forma jurídica. Volviendo a Brasil, al Foro, le llevó 12 años lograr una ley específica que es el “Estatuto de la ciudad” y ya en el gobierno de Lula se crea el ministerio de la ciudad. - ¿Te referís al fallo por el Riachuelo? Por ejemplo. Esta empezando a ejercer un real papel, siempre partiendo de derechos colectivos perjudicados. El tema Riachuelo arranca por una demanda de vecinos por contaminación… - Una estadística del CEVE indica que el 8% de las viviendas del sector medio alto necesita algún tipo de refacción para completar el total de servicios. Esto significa que el tema no es privativo de los sectores medios y bajos Claro, hay todo un escenario complejo de crisis, de no intervención del Estado que afecta a todos los sectores sociales. A esto ahora se le suma que se dispararon los mercados, aumento del suelo urbano para construcción, montado en una burbuja, costos de materiales, aumento de los alquileres. - El panorama es confuso, pero, ¿hay perspectiva de cambio? Hay algunos pequeños logros, pero hay que hacer algo más de fondo, como crear instrumentos jurídicos que permitan avanzar. Yendo a lo sistémico, la mejor política para solucionar el tema habitacional es una política local. Pensada y estructurada a nivel nacional, pero repensada y ejecutada para cada territorio, donde el cara a cara impone la mejor respuesta a cada comunidad. José Luis González
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