martes, 3 de agosto de 2010

Carta de un amigo desde Angola


Luanda , Lixeira , 26 de júlio del 2.010

Queridos amigos, familiares:

Acabo de cumplir los 76 años y no puedo menos que agradecer al Tata Dios este regalo de mi vida; mirando para atrás reconozco su Mano que me fue conduciendo con inmenso cariño. En esas manos están también Uds. compañeros de viaje. Acá en esta comunidad de Lixeira siento todo el cariño que a lo largo de mi vida recibí de Uds. Nunca imaginé que llegaría a esta tierra bendita a compartir la vida de estos hermanos. Pensaba que lo sabía todo y aquí no acabo de aprender lo que es el coraje de sobrevivir sin perder la alegría y la Fe.

Entre aquellos que me enseñan están los chicos en riesgo, ellos con sus cuerpitos heridos por el frío, algunas veces por los gol.pes de los más grandes o de la policía me dicen sin palabras lo que Jesús nos enseño con sus gestos. Acabo de despedir a Nelson de 10 años que fue herido de gravedad por un policía inconsciente que perseguía a unos ladrones , también de visitar a Manuela una criatura de 7 años herida en la misma ocasión; acababan de salir de nuestra escuela .

Gracias a Dios tenemos gente consciente de su misión como la directora de INAC (Instituto nacional del cuidado de la Infancia) que nos apoya y a veces nos acompaña en el trabajo en la calle.

Acá nuestra comunidad compuesta por misioneros venidos de diversos países, matrimonios con sus hijitos, laicas y laicos junto a angolanos que aman su tierra se va construyendo una Nueva Angola. Algo que nos sorprende es sentir el ecumenismo que se va realizando sin proclamas pero con gestos efectivos. Nos impresiona ver como alumnos de diversos credos de nuestra escuela se unen para misionar casa por casa y llevar un mensaje de esperanza, en este mes sobre LA LUZ QUE ES JESUS. Se instalan durante dos días en alguna de las 12 comunidades y desde allí parten de dos en dos; luego reúnen a los chicos, a los jóvenes y a los adultos para compartir algún texto bíblico y terminan con un fogón que reúne a todos en un clima de alegría.

Otra experiencia que nos enriquece es poder entrar en la cárcel de Luanda donde unos 3.000 internos con prisión preventiva esperan en su mayoría sentencia firme. Algunos no conocen sus procesos y ya cumplieron los plazos legales , pero los procuradores no llegan a completar los procesos .Allí sin trabajar, amontonados en los pabellones ,aguardan la hora de recreo para luego quedar enjaulados durante las otras 23 horas . Sin embargo es la Fe en Dios que los mantiene, a veces sumisos pero no derrotados. Su atención y sus miradas durante nuestras charlas , la alegría con que escuchan asombrados la Quena o la armónica , y cantan el Himno Angolano , nos asombra y anima a seguir sembrando Su corazón no está encerrado y puede volar y construir un futuro mejor ; ellos serán los profetas para impedir que otros vean truncados sus sueños desde pequeños . Cuando salen aunque algunos son reincidentes otros comienzan una vida nueva de trabajo y estudio. Para eso ya hace 8 años que con el Método Don Bosco, un grupo de profesores capacitan para que ellos mismos sean alfabetizadores de sus compañeros de prisión.

Bien me despido agradeciendo poder compartir este caminar que no es solo mío sino de muchos hermanos angolanos y misioneros Me gustaría que estas experiencias junto a los pobres nos ayuden a ser la Iglesia de la misericordia, abierta como Jesús a todos los crucificados de la historia, y evitasen quedarnos encerrados en la defensa de nuestra verdad como la única absoluta.

Un abrazo que les comunique todo el coraje de este pueblo que tiene mucho que anunciar con su cultura enriquecida con la fuerza del Evangelio. En este día fiesta de Joaquín y Ana, que engendraron y modelaron el corazón de María la mamá de Jesús reciban un abrazo fraterno

Roberto Musante

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