miércoles, 28 de abril de 2010

CODIGOS DE ACCESOS

CODIGOS DE ACCESOS

AlexisMedina 2007


Primer Acceso

La Existencia

Somos

Somos como islotes

que flotan en el mar

de la eternidad

inexistente

con solo destellos

de vanidad humana

que zozobra

como lo eterno

que no perdura

ni se encalla

se desprende

y se convierte

se pudre

y se apaga.

La diosa tecnología

ha muerto

justo cuando todos

absolutamente todos

empezaban a creer.

Y no quedo nada

de ella

solo una estela

en el espacio

moribundo.

El lápiz, el papel

y el sentimiento

con la razón

siguen ahí.

La diosa tecnología

ha muerto

y nadie se ha dado

cuenta de ello.

Impacto

El violento impacto

destrozo el vidrio

donde nos miramos

un día de marzo.

Se reventó el canto

en una afonía lejana

transcribiendo el rumor

en señas sin lenguas.

A propósito

se marchitan

las putas margaritas

en los afilados bordes.

El violento impacto

destrozo el vidrio

donde nos miramos

un día de marzo.

La incertidumbre

la magia

la espera

se despliegan

en una falsa

premisa

nada

se sostiene

nada

se mantiene

la nada avanza

sin perder pisadas

¿y hoy escribo y mañana?

La pelea

Cientos de golpes

trituraron espaldas

millones de dólares

compraron espaldas

y la maldita espada

que brilla en la noche

apunta, corta, lastima

tanta soberbia

tanta mentira

tanta seguridad

tanta sorpresa

que en millones

de espaldas

se vuelcan

se desmoronan

se retroceden

en una pelea

despareja

perdida

de antemano.

Romances

romances

sujetos

esqueletos

al viento

mirados

vaciados

espectros

que no mueren.

Romances

nocturnos

diurnos

procaces

inverosímiles

desleales

abruptos.

Solo

romances

soledad

romances.

Combinaciones

Una combinación

de llaves

una combinación

de jugadas

una combinación

de artes

una combinación

de partes.

Un rumbo

un horizonte

un bisonte

una caída

una combinación

que extermina

que destruye

que deja

sin conciencia

relaja

relame

y enjuaga

los restos

de la humanidad

crispada

y asada

una combinación

casi, casi, perfecta.

Mortal existencia

corre, asusta, muerde

la mortal existencia

que no cuenta

en la presencia.

Medina, Velázquez

o cualquier otro

se pierde

en el inconmensurable.

¿Qué palabra compuesta no?

Un segundo, un minuto

o diez años

que va

todo es igual.

Los pasos pasan

los ojos se cierran

la boca no habla

la lengua se calla

la nariz no huele

y la pálida laura

vestida de mañana.

Se muerde, se come

se asusta

de la mortal existencia

que parece

terminar antes de las diez.

Códigos de acceso

Códigos de excesos

códigos de pendejos

códigos de extremos

códigos de sucesos

códigos de inventos

códigos abiertos

códigos cerrados

y tu ansia viaja

hacia la nada

que cabe en una mano.

Códigos perdidos

códigos de acceso

a un pasado

acumulado

en un costado

silencioso

mirando

esperando

ser rescatado

del olvido.

Código de acceso

con un número

con una letra

con una teta

código de acceso

a un derecho

a una nube

a una compu.

códigos y más códigos

es así como funciona

y es así como dejaremos

de funcionar

en un arrebato

en un rato

en el error

código de acceso

equivocado

inserte luego.

Crisis in-eternum

La búsqueda

insensata

de una salida

con elegancia

la crisis in-eternum

que no cesa

y que no cede

la angustia

y la pena

se comen

sus entrañas

y no hay definición

se prolonga el dolor

en una especie

de muerte

que se repite

una y mil veces

los bigotes

se emblanquecieron

por el paso de la menta

en la garganta

que ya no habla

que gime

que llora

que le han robado

las palabras el sentido

con la crisis in-eternum.

A jugar

La codicia y la vanidad

se van a jugar

en la helada realidad

ya se expone

ya se imprime

la muy jodida libertad

que nos pone

y nos quita del camino

para andar, ya trazado

esperando y planificado

¿y si es justamente eso?

¿o lo contrario a esto?

Que nos asombremos

que nos dejemos sorprender

por lo que pasa

por lo que vendrá

que no escondamos

el acceso ni la llave

de los sentimientos

que podamos gritar vida

mientras sabemos

que de a poco

nos vamos muriendo

pero solo

por un momento

levantarle el velo

a la muerte

y reír con ella

antes de irnos con ella

y de nuevo gritar

desde la vida

que la codicia y la vanidad

se fueron a jugar a la libertad.

El silencio

Haciendo el amor

con el recuerdo

me quedo en silencio

que me vacilo

que me estudio

y me arrebato

primero lo sentido

segundo lo vivido

tercero lo podrido

y cuarto no recuerdo

solo me veo enmudeciendo

en ese silencio

que me invadió

y me llevo muy, muy lejos

y que no se si por suerte

me regreso para otra muerte

lejos, muy, muy lejos

de mi mismo.

En copa

La puerta

la pava

el agua

la calentura

de empezar

a darse cuenta

de tanta mediocridad.

El miedo la intolerancia

van con la mano

de la ignorancia

que come neuronas

durante la noche

y que brillan en el día.

Caos y desorden

en un orden

que no corre

pava, calentura

agua caliente

que influye en la sangre

puños prestos

mundos opuestos

que se encuentran

en un desafío

absurdo momento

y luego el silencio

la calle

el viento

el hierro forjado

el trabajo subterráneo

olvidado mano a mano

la calle

los puños

y el olvido.

Segundo Acceso

La Oscuridad

Acceso Dos

Abrir la botella

abriendo al mundo

cerrando la angustia

en plena vereda

la noche cómplice

de la no resolución

el agua ardiente

que miente

y descarga

su olor con dolor

aparente

se esconde

reluciente

acceso dos

acceso dos

acceso dos.

El acceso dos

tiene como una razón.

La búsqueda del dolor

es el lugar

de la tumba

que no sueña

ni ama

ni nada.

El acceso dos

es la tiniebla

lo mas bajo

del ser humano.

Bigote

Gorra

chaqueta

y pistola

cobardía

des-honra

agravio

e impunidad

poder mostrar

distinguir oprimir

y sin embargo

siempre esconderse

siempre resguardarse

tras el engaño y la farsa

tras los disfraces

de ancianos y enfermos

la verdad

ya estaban muertos

cuando mataron

ya estaban muertos

cuando golpearon

ya estaban muertos

y hoy siguen muertos

por mas que:

parezcan respirar

el mismo aire

de todos y que ellos

cortaron con muerte

no creo que exista

mayor sótano

del infierno

el que se vivió aquí

en estas tierras

en este mismo suelo

saquen las banderas

que esta manchada

de sangre

que se convierte

en nuevo color

ese color

de los compañeros

que dieron todo

para que no nos pasara

lo que hoy nos pasa

ellos lo dieron todo

y se merecen el rojo

en la bandera

porque entregaron su vida

en pos de un sueño

y los bigotes

y los gorras

y los chaquetas

y los pistolas

los masacraron

los torturaron

los desaparecieron

los mataron

un genocidio

sin precedentes

hombres

mujeres

niños

ancianos

levantemos las manos

y gritemos juntos

basta

es hora de revolucionarnos.

Una Valija

Un cadáver

una valija

una llamada

dos tiros

la noche

se agazapó

al estruendo

de dos tiros

agujeros

en el alma

que ya le dieron

un cadáver

un envido

solo silencio

una calle

una esquina

la valija

y el envío

un mensaje

la muerte viene

a visitarte

y te lleva

en su viaje

en su equipaje.

Siempre nosotros

los que sufrimos

siempre nosotros

los que morimos.

¿Por qué tanta soledad?

Recuerdos

de una esperanza

que se desvanece

minuto a minuto.

Siempre nosotros

los que pagamos

los pecados del mundo.

¿Cuándo será la hora de que otros?

Los de siempre

y no siempre nosotros

sean los que pongan

su vida para la vida.

¿Cuándo será que podamos ser iguales?

O es una inocencia

que no cuaja

en esta mañana

siempre nosotros.

¿Cuándo les tocará a los otros?

Sordo se volvió el mundo

ante tanto alboroto

oscuro se volvió el mundo

ante tus ojos cerrados

y el acceso inexpugnable.

Aunque siempre

hay otro sendero

una alternativa

un rodeo, una mueca

que pueda devolver

el oído al mundo

y aunque fuera

una vana esperanza

es un motor

que nutre

la carne y el espíritu

hoy, justo, hoy

el mundo sigue sordo

sigue ciego

y sigue mudo

por que la justicia se muere

todos los días y no vuelve.

Soledad

Cuanta soledad

amontonada

en el alma

que se desgarra

y aprisiona

en la elemental hora.

Los silencios

son parte de esto

la soledad

una ausencia

se acurrucan

en los ojos

que se vacían

de lágrimas

y las miradas

se pierden

en la propia nada.

La soledad

es uno solo

sin mundo alrededor

es un pedazo de madera

ante la hoguera.

La soledad

hay que espantar

aunque sea ella

la que te nombre

nos encuentra

y enfrenta

desde que venimos

andando

nos vamos de un lugar

del hambre a la felicidad

que parece asustar

a la soledad

que es inmensa

como el universo

que va a terminar

rumbo a un final.

Los brazos en alto

las gorritas caídas

el alma en el piso

y el azul de la ley

sobre sus cuerpos

sobre los muertos

que yacen como dormidos

el dinero sobre un auto

suena la cumbia

desde el equipo

un hombre arrodillado

mirando la eternidad

del espacio

de este tiempo

que no pasa

las fotos

las cámaras

las sirenas

los brazos en alto

las gorritas caídas

las armas en el suelo

y el letargo se asoma

a unos largos años.

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